Camino de Santiago: Tramo Gallego del Camino Francés
El Camino de Santiago comúnmente conocido es el que proviene de Somport y Roncesvalles, también denominado Camino Francés oCamino Real.
Es la gran ruta de 750 Kms. que enlaza Europa con el norte de España: Aragón, Navarra, Rioja, Castilla, León y Galicia, y llega hasta el «fin de la Tierra» de los hombres medievales. Es el camino que surge pocos años después de la aparición del cuerpo del Apóstol y se convierte desde el siglo X en el eje que articula la consolidación del imperio de Alfonso VI y Alfonso VII, que permite la normalización del culto traído por los cluniancenses frente a la iglesia española mozárabe.
Es la gran ruta comercial en la que se funden y crecen las ciudades: Jaca, Pamplona, Logroño, Burgos, Carrión de los Condes, León, Astorga, etc. Y sobre todo, es el gran camino espiritual, popularizado por el Codex Calixtinus de Aymeric Picaud, que atrajo a millones de peregrinos durante la Edad Media, aunque desde el renacimiento vivió un lento declive, hasta casi borrarse en el recuerdo de los siglos.
La recuperación en los últimos años de esta ruta comenzó con los trabajos específicos: Las peregrinaciones a Santiago de Compostela, de Vázquez de Parga, Lacarra y Uría, y con Las peregrinaciones jacobeas, de Luciano Huidobro, ambas escritas en los años cuarenta del siglo pasado. Estos trabajos jacobeos permitieron recuperar el legado de los Caminos de Santiago.
En el año 1971 la Asociación de Amigos del Camino de Santiago de Estella, pionera en España, publica la obra de Eusebio Goicoechea: Rutas Jacobeas. En ese mismo año el cura de El Cebreiro, Elías Valiña, se encomienda así mismo la tarea de fijar el trazado histórico y publica la guía: Caminos de Compostela. Unos pocos años antes, en 1965, la iglesia de Santa María del Cebreiro, sus dependencias aledañas y el conjunto urbano de sus pallozas eran restauradas a instancias de Elías Valiña, y ya en la década de los 80, con un destartalado coche y unos botes de pintura amarilla (la que se utilizaba en la señalización de carreteras) comenzó Elías a recorrer esta milenaria ruta, llenando de flechas las encrucijadas camineras, ayudado por amigos en cada una de las provincias recorridas, labor proseguida luego por las Asociaciones respectivas e instituciones.